Evidentemente, sí que se siente el láser pero no más que un leve pinchazo en la piel. Dependerá de cada tipo de piel y tolerancia al dolor de cada persona pero por experiencia de nuestros clientes el dolor, si existe, suele ser leve.

En gran parte de los casos sí y en la primera sesión se podrá confirmar si se puede eliminar del todo. Hay muchos factores que influyen en si se eliminará del todo el tatuaje por lo que no se podrá saber hasta que se haga la sesión.

Sí que se puede eliminar parcialmente un tatuaje o sólo la parte que quiera el cliente. Habrá que analizar cada caso por las dificultades que pueda conllevar pero en un gran porcentaje de casos sí, se podrá eliminar parte del mismo.

No se utiliza anestesia. Sí que se da una crema anestesiante antes de la sesión pero en ninguno de los casos se anestesia la zona.

Sí, se puede volver a tatuar la zona en la que anteriormente se ha eliminado el tatuaje.

Habrá que analizar cada caso pero lo recomendable es, por lo menos, esperar cinco o seis meses para empezar las sesiones para eliminar el mismo.

Dependiendo de cada caso, normalmente deben de pasar unas 5 semanas entre sesión y sesión pero se analizará cada caso de forma independiente.

Al finalizar las sesiones pueden salir pequeñas costras en la zona afectada pero que se pueden disimular con maquillaje si fuese necesario. También puede haber casos en los que salgan pequeñas ampollas pero son casos aislados.

Siempre que se sigan las indicaciones y recomendaciones al finalizar el tratamiento no quedan cicatrices ni marcas en la piel.

Hay que proteger la zona tratada y tras las sesiones se tapa durante 5 ó 6 días. Si va a tomar el sol es necesario darse crema de protección total.

Dependerá de cada caso pero normalmente la duración será entre 20 y 30 minutos.

También depende de cada caso ya que los factores analizables son varios. Normalmente suelen ser un mínimo de 7 sesiones y máximo 13 sesiones pero cada caso es diferente.